Sexo en Milán

La sinopsis es ésta:

«No se cocina jamás para alguien a quien se odia…» Tú y yo cuando cocinamos para alguien es porque le queremos, porque queremos quererlo, o porque cabe la posibilidad de que le queramos. Si hay algo importante que he aprendido, es que la vida hay que celebrarla a la menor ocasión, que el día de hoy no vuelve y que pasado mañana tendremos ochenta y tantos y no habrá marcha atrás. Piénsalo, no importa la edad que tengas, jamás serás más joven que hoy, y cuando con esos ochenta y tantos estés plácidamente sentada pensando en tu vida, recordarás el día en que cogiste el coche y condujiste cinco horas del tirón para darle una sorpresa a alguien, y las veinte veces que te besaron por primera vez. »Te invito a que me acompañes en estas páginas. Este libro no tiene más pretensión que la de ser una reunión de amigos a la que me gustaría que asistieses en asiento preferente. Son solo algunos pensamientos sobre el amor, la amistad y la felicidad cotidiana, la que a menudo se nos olvida porque eso que llamamos vida nos arrastra. ¿Te vienes?»

La verdad es que no es un gran libro. Está contado como una conversación en la que aparecen amigos de la autora, personajes conocidos por todos como Santi Millán, Imanol Arias, Malú, Patricia Conde o Màxim Huerta, entre otros.

Cada uno aparece al hilo de la conversación de Ana Milán y presentan en el libro una experiencia o simplemente una receta. El que más me ha gustado ha sido Màxim porque escribe muy bien, y lo que cuenta me ha dejado boquiabierta.

Las recetas tampoco es que sean una pasada, aunque algunas son factibles de realizar.

No creo que sea chick-lit porque realmente no es una novela al uso, no tiene protagonista, ni un hilo argumental...; no sabría catalogarlo...

Es muy cortito, apenas 65 páginas. Hay algún momento bueno en el que te ríes, pero en general me ha dejado un sinsabor raro. Me esperaba más.