martes, 13 de octubre de 2015

La templanza


Este fue mi regalo del Día del libro de parte de Él. Sabe que me encanta la autora y va sobre seguro.
 



Sinopsis

Nada hacía suponer a Mauro Larrea que la fortuna que levantó tras años de tesón y arrojo se le derrumbaría con un estrepitoso revés. Ahogado por las deudas y la incertidumbre, apuesta sus últimos recursos e n una temeraria jugada que abre ante él la oportunidad de resurgir. Hasta que la perturbadora Soledad Montalvo, esposa de un marchante de vinos londinense, entra en su vida envuelta en claroscuros para arrastrarle a un porvenir que jamás sospechó. De la joven república mexicana a la espléndida Habana colonial; de las Antillas al Jerez de la segunda mitad del XIX, cuando el comercio de sus vinos con Inglaterra convirtió la ciudad andaluza en un enclave cosmopolita y legendario. 

Por todos estos escenarios transita La Templanza, una novela que habla de glorias y derrotas, de minas de plata, intrigas de familia, viñas, bodegas y ciudades soberbias cuyo esplendor se desvaneció en el tiempo. Una historia de coraje ante las adversidades y de un destino alterado para siempre por la fuerza de una pasión. Solo las grandes historias despiertan grandes emociones.

Impresiones 

(atención que descubro cosas de la novela)

Para mí María Dueñas no defrauda en esta novela, una novela de amor, de historias familiares que se cruzan y que cruzan el Atlántico para acabar en España.

Me ha gustado que el personaje protagonista sea un hombre, Mauro (ayyyy Mauro, me encantaba de siempre este nombre, después de Adoro a Mauro de mi adorada Yolanda Quiralte, mucho más, pero ahora muchísimo más) Pues bien, Mauro Larrea parte de España para ganarse la vida en las Américas y después de quedarse viudo y luchar contra todo para salir adelante, recibe la herencia de un pobre diablo y acaba de vuelta en España llevando una bodega.

He de reconocer que me costó casi cien páginas engancharme totalmente a la historia pero a partir de ahí ya no pude soltarlo y me duró solo cuatro días.

Este libro ha supuesto mi vuelta al papel, hacía mucho que no leía en papel libros que no fueran para clase (por cierto, que leí dos de teatro este año que os comentaré otro día por si hay alguna profe leyendo ya que me han funcionado de maravilla entre mis alumnos)

Un personaje que me ha encantado es Mariana Larrea, hija del protagonista. Tiene una personalidad arrolladora, sabe lo que quiere y maneja a la perfección a su padre y a su suegra. Una mujer con carácter a la que se le nota la falta de madre pero que ella sola sabe hacer que su familia siga creciendo en materia monetaria y en prestigio cara a la sociedad.

El final es genial, cuando ya piensas que va a terminar de una determinada manera, Dueñas hace un cambio de orden y te descoloca por completo. Por lo menos así ha sido conmigo.

Supongo que como ya tiene su tiempecito lo habréis leído. Si no es así os lo recomiendo. Se parece más a la autora de El tiempo entre costuras que a la de Misión olvido aunque a mí me gustaron ambos.



¿Lo habéis leído? ¿Opináis como yo?


No sé estar así



Todo el mundo me dice que aproveche, pero yo no sé estar así. ¿Y cómo es así? Pues así es estar sin trabajar.

Este año, no sé muy bien por qué, las adjudicaciones están yendo muy lentas, y las pocas plazas que sacan son incompatibles con mi vida familiar. De modo que sigo en casa sin trabajar.

Me dicen que aproveche para estar con mi hija. ¡Cómo si no lo supiera! Pero es que llevo desde junio con ella, y mi horario de trabajo me permitiría pasar tiempo con ella igual, lo sé soy una privilegiada. Por eso quiero trabajar yaaaaaa.

Quien me conoce sabe que amo mi trabajo. La enseñanza es lo mío. Necesito estar delante de la pizarra, necesito relacionarme con colegas, necesito estar en contacto con adolescentes. ¡Lo echo tanto de menos!

A ver si en unas semanas cambia mi situación. Os mantendré informados/as.

viernes, 2 de octubre de 2015

Vuelvo + La lección de August



Retomo este blog abandonado desde hace mucho tiempo con una reseña. 

Son muchas las que he ido escribiendo en papel a lo largo de los meses en los que me he mantenido alejada de la blogosfera, y me he propuesto trasladarlas todas al blog.

Creo que no voy a seguir ningún criterio para ello, es decir, no voy a publicar primero las que más me han gustado o al revés, sino que lo iré haciendo por impulsos. 

Poco a poco me gustaría retomar el blog. Es una de las cosas que me hacen feliz, pero claro ahora tengo una personita que me demanda muchísima atención, y ella, lógicamente me hace muy feliz.

Son ya seis años los que llevo con La palabra pronunciada, no quiero dejar de pronunciar palabras.  

__________________________________________________________________


 
No sé muy bien cómo llegó a mis manos este libro, supongo que tanto la sinopsis, como su llamativa portada (criticadme por ser filóloga y elegir libros por la portada, como si por ser filóloga no tuviera otro criterio para mis elecciones lectoras que el filológico ¡soy una persona!) hicieron que su lectura fuera irremediable.



Una historia ambientada en un centro educativo es siempre motivo de lectura para una docente como yo.

No voy a contar nada del argumento, la sinopsis la podéis encontrar fácilmente en Internet. Solamente voy a hablar de mis impresiones:


August es un personaje al que acabas queriendo; su historia te toca el corazón y terminas adorándole.

Otros personajes no menos importantes son la madre y la hermana de August, Via. Ambas llevan entre algodones a August si bien es cierto que la hermana se plantea sus celos y vergüenza por su hermano, todo ello contado con tal maestría que te llegas a sentir como la propia Olivia.

La manera de estar narrado es lo que, quizá, más me ha gustado pues cada personaje cuenta la historia desde su punto de vista. Y lo novedoso es que cada vez la narración va evolucionando, es decir no cuentan el mismo pasaje de lo que está ocurriendo si no que la historia va avanzando pero contada a través de la vida de cada personaje que pulula en torno a August.

Se trata de una historia tierna donde las haya. A veces lacrimógena, o será que una es de lágrima fácil (que lo soy, ¡y a mucha honra!) Con toques de humor negro por parte del propio chaval que hacen que se desdramatice la historia en sí.

El título del libro tiene justificación propia al final del mismo pues termina con una gran lección de vida para todo el público en general, y quizá si los adolescentes la leyeran, como así se lo he recomendado a mis chavales de Bachillerato, para ellos sería maravillosa (de hecho una alumna lo leyó y le gustó muchísimo, ¡ah! Y también lloró)

Original también su apéndice final donde se recogen las sentencias que cada mes un profesor les anotaba en la pizarra y en torno a la cual cada alumno debía reflexionar… Idea que me ha encantado y que tal vez adopte para cuando vuelva a ser tutora (siempre aprendo cosas nuevas leyendo)

Huelga decir que recomiendo este libro, pues de mi reseña subyace que me ha encantado. Seguro que muchos y muchas ya lo conocíais pues no es un libro actual, y si no es así, no lo dudéis. August no os dejará indiferentes.