martes, 26 de julio de 2016

Autora recomendada por una alumna


Yo siempre os cuento que a mí en clase me pasa de todo. Eso es así. Lo de que alumnos me recomienden libros es una de las cosas que más me gustan. Y hoy os traigo una recomendación de una alumna: la autora Sara Mesa.

He de admitir mi desconocimiento total sobre esta autora. 

Pillé a C. leyendo en clase un libro suyo. La pillé. Pensaba que estaba con el móvil y estaba con el ebook (estas cosas pasan, de verdad) y le pregunté qué leía, me lo enseñó y me recomendó a la autora.

He leído este
 




Sinopsis

Sonia conoce a Knut en un foro literario de internet y, a pesar de la distancia que los separan, establece con él una particular relación marcada por la obsesión y la extrañeza. Esta obra es una reflexión sobre la sociedad de consumo, la sumisión y el poder, la anulación del deseo y la  carnalidad, el refugio de la infancia, la fantasía como alternativa, la culpa y la expiación, la
escritura y la vocación literaria.


Opinión

La prosa de la autora me ha encantado, escribe de manera que no puedes dejar de leer.

La historia es agobiante, incluso su prosa lo es. Consigue crear un ambiente de agobio tal que te sientes como la protagonista.

Al principio parece un poco infantil la historia, pero conforme avanza consigue la autora meterte en la cabeza de Sonia, te sientes como ella. Te apetece recibir otro paquete más, y otro más...

No será el último libro que lea de autora porque me ha gustado mucho y lo he leído en un suspiro.

Voy a escribir un mail a C. para darle las gracias por su recomendación.

 


viernes, 22 de julio de 2016

Positividad








Yo: Clara, vale, por favor. El agua de la bañera está fría. 

Clara: No. Yo quiero seguir haciendo trasvases (tal cual)

Yo: Valeeee cariño. La cena está hecha, tenemos que salir ya

Clara: Mamá, positividad. Tranquilízate, po-si-ti-vi-dad. 






Clara. 27 meses. No pude más que mandarle un was a Él diciéndole que no sé si la llevamos a la guardería o a la Universidad ;)


domingo, 17 de julio de 2016

Polos caseros






 
Él: Clara, me ha dicho la profe que me tienes que contar algo que habéis hecho hoy.

Clara: Pues sí.

Él: ¿Me lo cuentas? 

Clara: Papá, hemos hecho el almuerzo de mañana.

Él: ¿Sí? ¿y qué habéis hecho?

Clara: Sí. Hemos hecho polos.

Él: ¿Y tú sabes hacer polos?

Clara: Pues claro.

Él: ¿Me cuentas cómo?

Clara: Pues sí. Se cogen los moldes, se llenan de leche, se pone un palo y ya está.

Él: Hala, qué bien. El papá no sabía hacer polos.

Clara: Pues ya sabes.


Clara. 30 meses. De profesión: polera      


viernes, 15 de julio de 2016

La escuela de verano










Yo: Venga cariño vamos a la escuela de verano

Clara: No. Yo quiero ir a la guarde.

Yo: Bueno sí, vamos a la guarde de verano.

Clara: Mamá, la guarde de verano es igual pero con agua





Clara, 30 meses. Lógica aplastante

 

miércoles, 13 de julio de 2016

Beatus ille


Hay veces en la vida que tú encuentras los libros, y otras en las que ellos te encuentran a ti, y ese ha sido el caso.

Cuando llegué al instituto me dieron el listado de libros para impartir Literatura y muchos de ellos los había leído ya (por suerte) y solamente tuve que releerlos para poder preparar las clases. Otros tuve que leerlos por primera vez y los he disfrutado todos muchísimo.

El caso es que este que os traigo hoy, Beatus ille, fue el primero que abordé con reticiencias, me decían de él que era raro, enrevesado, lioso... Y encima yo al autor no le tengo mucha fe, no sé vosotros.


Ha sido el descubrimiento literario más sorprendente desde hace mucho tiempo. 

No puedo olvidar nada de este libro. 

Todos los que leo después los comparo con él. Me parece que todo hace referencia a este libro. 

Busco metaliteratura en cada libro que leo por culpa de este.

Supongo que el estudio pormenorizado que hice junto a mis 14 alumnos fue decisivo para que este libro me llegara tanto.

Os dejo la sinopsis y la portada del que leí yo y os animo a comentar si os lo habéis leído qué os pareció y si no lo habéis leído si os he picado un poquito.

sinopsis

Juego de falsas apariencias y medias verdades que terminan por desvelar una sola verdad última; Beatus Ille reveló a uno de los jóvenes narradores más rigurosos y mejor dotados de nuestra llteratura actual. 
Minaya es un joven estudiante, implicado en las huelgas universitarias de los años 60, que se refugia en un cortijo a orillas del Guadalquivir para escribir una tesis doctoral sobre Jacinto Solana, poeta republicano, condenado a muerte al final de la guerra, indultado y muerto en 1947 en un tiroteo con la Guardia Civil. 
La investigación biográfica permite a Minaya descubrir la huella de un crimen y la fascinante estampa de Mariana, una mujer turbadora, absorbente, de la que todos se enamoran. 
Envuelto por las omisiones, deseos y temores de los habitantes del cortijo, Minaya se acerca lentamente hacia la verdad oculta. 
La indagaci6n del protagonista de Beatus Ille permlte al autor una delicada evocación literaria, de impecable belleza expresiva, con técnica segura y eficaz, de una época, de una casa y los personajes que en ella viven y se esconden.

portada
Seix Barral. 320 pág.

lunes, 11 de julio de 2016

El luto del suspenso


No sabía si iba a ser capaz de escribir sobre ello, ya que soy incapaz de verbalizarlo. Pero en esta vida nos tenemos que enfrentar a todo, y a los suspensos también.

He suspendido las Oposiciones. Ya está, ya lo he dicho.

Hasta ahora nunca había suspendido, me había quedado sin plaza, sí, pero nunca había suspendido. Y el golpe está siendo fuerte, fortísimo. No paro de llorar.

Y sobre todo porque a mí el examen me salió bien, y es lo que más rabia me da.

No voy a ahondar en lamentaciones ni en divagaciones, sólo vengo a mi blog a pedir al viento que se lleve este malestar que me oprime el estómago, este malestar que hace que me sienta la peor persona del mundo por haber sacado un 4.4 en un tema que pensaba que estaba de 8, por no haber llegado al 5 para pasar a la parte que realmente me gusta de la Oposición: demostrar que sabes llevar una clase.

Las Oposiciones están obsoletas: Nos piden unos conocimientos que teníamos durante la carrera (o ni siquiera entonces), y un práctico totalmente alejado de nuestro día a día en el aula. Los docentes debemos sacar tiempo de donde no lo tenemos para preparar pruebas ajenas a nuestra propia labor docente: ¡menuda incongruencia!

De sobra sé que no vale de nada lamentarse, ni culpar al sistema, al tribunal, a la suerte... 

Pero oye, este es mi blog y si con esta entrada me descargo un poco de dolor pues bienvenida sea.

viernes, 1 de julio de 2016

Balance positivo. Muy positivo. Siempre positivo.


Dicen que cuando una etapa se acaba hay que hacer balance de manera que a eso me dispongo.

Alla por el 19 de octubre entré por primera vez en el que ha sido mi lugar de trabajo, mi instituto, mi casa durante este curso 2015-2016. 

Siempre que entro por primera vez en un centro, lo hago con nervios, pero esta vez estaban multiplicados por mil. Cuando escogí este instituto, junto a la casilla de Lengua Castellana y Literatura había una casilla que decía: "Bachillerato Internacional". Realmente cogí la plaza por cercanía a mi residencia, porque al llamar al centro me dijeron que era para todo el curso, y porque algo me decía que debía cogerla. Si hay algún docente interino leyéndome sabrá de qué hablo, nos movemos por instintos, y a mí el mío me hizo cogerla. 

Pues bien, el caso es que cuando llegué al centro me recibió la Coordinadora del Programa Bachillerato Internacional a la que he cogido muchísimo cariño, pero que es puro nervio, y eso fue lo único que me transmitió durante las dos horas en las que nos reunimos. Me tranquilizó un poco la que ha sido mi compañera de departamento. 

Pero realmente lo que me hizo convencerme de que ese era mi sitio fue el apoyo de Él, cuando llegué a casa, abrumada por todo el trabajo que tenía por delante, por todo lo desconocido a lo que iba a enfrentarme... Él me dijo que yo saldría hacia adelante seguro, y que con toda probabilidad iba a desear quedarme en este centro a final de curso. Y os digo una cosa: no se equivocó.

El balance de mi paso por el programa BI no puede ser más positivo. Me he esforzado mucho por llevar los contenidos al día. He aprendido muchísimo y he crecido una barbaridad como docente. Todos los profesores deberían de pasar por un curso así.

Soy consciente de que mis alumnos de este año han tenido muchísima paciencia conmigo, hemos ido aprendiendo juntos, yo más de ellos que al revés, cosa que os puede llamar la atención, pero así ha sido. Creo que si hubiese estado la profesora a la que yo he sustituido, hubiesen aprendido más, seguro. Pero yo he intentado mantener el tipo, he cumplido temarios y plazos y hemos terminado en tiempo y forma. Y estoy muy orgullosa de ello.

Este programa, para los que no lo conozcáis -yo misma hasta este curso- se basa solamente en Literatura, así que me he dado cuenta de lo mucho que me gusta la Literatura. Y ahora pensaréis que estoy loca, que si tengo un blog en el que hablo el 70% del tiempo de libros, cómo puedo decir eso sobre la Literatura. Y os diré que yo siempre me he considerado una profesora de Lengua más que de Literatura, y por eso este año me ha venido de perlas para cambiar este pensamiento.

Darle el peso total del currículo a las obras literarias es una manera sumamente acertada de profundizar en ellas. Yo les daba 5 horas a la semana solamente de Literatura, horas en las que nos dedicábamos a analizar cada aspecto de cada obra leída. Un gustazo.

No alargaré más esta entrada. Solo diré que una parte de mí ha quedado en este centro donde dejo a alumnos a los que quiero muchísimo, compañeros de los que he aprendido más que nunca y que me han apoyado cada día, y me he despedido de alumnos que van a la Universidad, muchos al extranjero, a formarse y ser grandes profesionales.

El balance ha sido positivo. Muy positivo. Siempre positivo.