martes, 12 de julio de 2011

Compartiendo

Un día cualquiera, después de comer:

Él: No metas tú los platos y demás en el lavavajillas, que no ocupas bien el espacio.
Yo: Vale, genial, así no hago nada ;P

Después de tres horas:

Yo: ¿Has puesto el lavavajillas en marcha?
Él: Upss, se me olvidó.

Yo: jeje, ves, yo no sabré montarlo pero siempre me acuerdo de enchufarlo...
Él: para una vez...

Tras varios días ocurriendo lo mismo:

Él: voy a montar el lavavajillas, ¿puedes por favor comprobar si lo pongo en marcha?
Yo: ¿Qué?
Él: trabajo compartido
Yo: ;)

Y así cada día de nuestra vida.

¡Qué sería de mí sin Él y de Él sin mí!

:)

5 comentarios:

  1. Qué compenetrados!!! En nuestro caso, él deja los platos en la pila y yo los meto en el lavavajillas, tras la correspondiente bronca "es que ni un plato eres capaz de meter" XD

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  2. :)

    Bonito post!! Di que si, compartiendo!

    Besicos

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  3. Toda una auténtica declaración de amor...

    Un beee

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  4. Jajaja, he aquí la esencia del matrimonio.

    Un besazo.

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  5. Y que bonitooooooooooooooooooooooooooo!!!!!un besito y me alegro que hayas visto la del discurso del rey y te haya dejado tan buena sensación, un besito.

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