Un día cualquiera, después de comer:
Él: No metas tú los platos y demás en el lavavajillas, que no ocupas bien el espacio.
Yo: Vale, genial, así no hago nada ;P
Después de tres horas:
Yo: ¿Has puesto el lavavajillas en marcha?
Él: Upss, se me olvidó.
Yo: jeje, ves, yo no sabré montarlo pero siempre me acuerdo de enchufarlo...
Él: para una vez...
Tras varios días ocurriendo lo mismo:
Él: voy a montar el lavavajillas, ¿puedes por favor comprobar si lo pongo en marcha?
Yo: ¿Qué?
Él: trabajo compartido
Yo: ;)
Y así cada día de nuestra vida.
¡Qué sería de mí sin Él y de Él sin mí!
:)
Qué compenetrados!!! En nuestro caso, él deja los platos en la pila y yo los meto en el lavavajillas, tras la correspondiente bronca "es que ni un plato eres capaz de meter" XD
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ResponderEliminarBonito post!! Di que si, compartiendo!
Besicos
Toda una auténtica declaración de amor...
ResponderEliminarUn beee
Jajaja, he aquí la esencia del matrimonio.
ResponderEliminarUn besazo.
Y que bonitooooooooooooooooooooooooooo!!!!!un besito y me alegro que hayas visto la del discurso del rey y te haya dejado tan buena sensación, un besito.
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