jueves, 31 de diciembre de 2015

Adiós 2015, no te echaré de menos


Adiós 2015, por fin, adiós.


Tengo comprobado que los años impares no son buenos para mí, y este año no ha sido diferente.

Queda poco para que se termine, pero puedo asegurar que no lo echaré de menos.

Está claro que ver crecer sana a mi hija, que mi familia tenga salud, que tanto mi marido como yo tengamos trabajo... Es mucho como para decir que no ha sido un buen año, pero soy inconformista, como buena acuario, y pido más, siempre más.

Así que a este nuevo año le pido más salud, más felicidad y mucha mucha suerte en todo lo que atañe a mi familia.

Que lo que pudo ser y no fue en este año que se nos acaba, termine de ser en 2016.


Y para todos vosotros os deseo lo mismo, salud, amor y suerte. El dinero ya vendrá.





¡Ah, y muy buenas lecturas! ;)


 

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Recapitulando lecturas 2015


Empecé este 2015 con el firme propósito de leer más que en 2014 en el que cierta personita no me había dejado leer mucho.

De manera que empecé con un gran libro, La lección de August que ya os comenté que me había gustado mucho.

Después leí varios para clase, -o más bien releí y con gusto-: La vida es sueño de Calderón de la Barca; Cuatro corazón con freno y marcha atrás de Jardiel Poncela y Maribel y la extraña familia de Miguel Mihura. Tres obras de teatro que suelen triunfar mucho entre los alumnos, siempre y cuando se comenten en clase. Maribel... gustó muchísimo y creo que la voy a proponer otros años (apuntad compañeros que me leéis)

Por gusto, escogí de un catálogo que nos ofertaron a los profes, Para siempre (cuaderno secreto de la niña Teresa de Jesús)  de Ramón García Rodríguez, aprovechando que este año se cumplía el 500 aniversario del nacimiento de la santa. La verdad que me sorprendió y agradó, pero creo que a nuestros alumnos no les gustaría mucho... Poca religiosidad veo yo en ellos.

Ya comenté el chasco que fue Mi niño no me come de Carlos González. Y para mí otro chasco fue La noche soñada de Máxim Huerta, los tres anteriores me gustaron mucho pero este...

La que no me defrauda nunca es María Dueñas, y con su novela La templanza tampoco lo ha hecho.

Lloré mucho con Los besos no se gastan, Raquel Martos me gusta como escribe, y esta historia de amistad es muy muy bonita.

Tenía pendiente La alumna de Alessia Gazzola, y me pareció una novelita negra, bastante ligerita, unida a una historia de amor, que quizá a mis alumnas les guste más que a mí ;)

Para novela negra Los fresones rojos de Esteban Navarro, esta sí la disfruté. Así como la famosa novela La chica del tren de Paula Hawkins, que me sorprendió y me atrapó desde el principio por su manera de narrar. También se introduce en este género una autora muy comentada en este blog, amiga, Pat Casalà, con Los mundos de Esme, que me gustó mucho.

Después leí varias novelas de muy agradable lectura como son: Celebración del club de los viernes de Kate Jacobs, libro que cierra una trilogía que me encanta; Las sirenas del invierno de Bárbara J. Zitwer, un libro muy comentado en las redes, al que tenía ganas y por fin leí este verano y me gustó muchísimo, es muy tierno; y La tienda vintage de Astor Place de Stephanie Lehmann, libro que regalé a mi Mare hace ya, y al que tenía también ganas, y me ha gustado.

Siguiendo las recomendaciones de Mónica Gutiérrez, Serendipia en las redes, leía Al mal tiempo, mejor cara de Bárbara Constantine y Proyecto esposa de Graeme Simon y ambos me gustaron muchísimo (Jetza tienes que leerlos) como todos los que me recomienda esta autora, que está entre mis preferidas ;)

Mención aparte merece Gente que viene y bah de Laura Norton, con el que me reí tanto que temí despertar a Él mientras dormía. Muy bueno, lo he recomendado y ha triunfado. En la línea del anterior pero mucho mejor. 

La valenciana Elisabeth Benavent me atrapó con su bilogía sobre Silvia: Persiguiendo a Silvia y Encontrando a Silvia, aunque he de decir que algunas escenitas son, ejem ejem, un poco fuertecitas... 

Este verano por fin me estrené con un autor al que sigo en las redes y al que tenía muchas ganas, Víctor del Árbol, y lo hice con la que dicen es su obra maestra: Un millón de gotas. Me gustó muchísimo, tanto que lo he regalado y pienso seguir leyendo de este autor.

También le tenía ganas a Un refugio para Clara de Marta Estrada, pues me lo habían recomendado y acertaron con su recomendación.

En septiembre, cotilleando las estanterías de una librería me topé con Poet's Cottage de Josephine Pennicott, y fue un gran descubrimiento. En realidad había ido a comprar la segunda parte de Calpurnia: El curioso mundo de Calpurnia Tate, que aunque me gustó, he de decir que esperaba mucho más de él. Muchísimo mejor la primera parte, sin duda. 

Le llegó el turno a una amiga querida, Yolanda Quiralte, por fin cayó en mis manos (más bien en mi e-book) su Cotton Bride, una novela para sacar en papel, lo merece. Un novelón. Me encantó, ya lo sabes. Debéis leerla ya.

Y en octubre empecé a trabajar y me tocó eso tan raro para mí (y para casi todo el mundo, ¿eh?) llamado Bachillerato Internacional, en el que he tenido que leer y preparar las clases sobre obras de Literatura Universal como han sido: Edipo rey tragedia clásica griega (que leí el primer año de facultad, y claro tuve que vover a leer); Luces de bohemia (que leí en COU, sí soy así de vieja); Hamlet, del autor había leído otras, pero justo esta tragedia no, y me ha gustado mucho, sobre todo después de las exposiciones de mis alumnos (alguna con rap incluído) y La metamorfosis de Kafka.

Mención aparte también merece Beatus ille de Antonio Muñoz Molina. Una novela diferente, metaliteraria, con saltos temporales brutale... Un libro que si no hubiese analizado en clase con mis alumnos y alumnas estoy segura de que no me hubiera gustado, así os puedo asegurar que me ha gustado muchísimo. Y creo que a ellos y ellas también.

Si habéis llegado hasta aquí leyendo os merecéis un premio, el mío es terminar el año leyendo a mi autor favorito, Delibes, con su Cinco horas con Mario.

Releyendo me doy cuenta de que ha sido un gran año literariamente hablando, y espero que el próximo sea muchísimo mejor. 


¡Buen año y buenas lecturas! 

martes, 13 de octubre de 2015

La templanza


Este fue mi regalo del Día del libro de parte de Él. Sabe que me encanta la autora y va sobre seguro.
 



Sinopsis

Nada hacía suponer a Mauro Larrea que la fortuna que levantó tras años de tesón y arrojo se le derrumbaría con un estrepitoso revés. Ahogado por las deudas y la incertidumbre, apuesta sus últimos recursos e n una temeraria jugada que abre ante él la oportunidad de resurgir. Hasta que la perturbadora Soledad Montalvo, esposa de un marchante de vinos londinense, entra en su vida envuelta en claroscuros para arrastrarle a un porvenir que jamás sospechó. De la joven república mexicana a la espléndida Habana colonial; de las Antillas al Jerez de la segunda mitad del XIX, cuando el comercio de sus vinos con Inglaterra convirtió la ciudad andaluza en un enclave cosmopolita y legendario. 

Por todos estos escenarios transita La Templanza, una novela que habla de glorias y derrotas, de minas de plata, intrigas de familia, viñas, bodegas y ciudades soberbias cuyo esplendor se desvaneció en el tiempo. Una historia de coraje ante las adversidades y de un destino alterado para siempre por la fuerza de una pasión. Solo las grandes historias despiertan grandes emociones.

Impresiones 

(atención que descubro cosas de la novela)

Para mí María Dueñas no defrauda en esta novela, una novela de amor, de historias familiares que se cruzan y que cruzan el Atlántico para acabar en España.

Me ha gustado que el personaje protagonista sea un hombre, Mauro (ayyyy Mauro, me encantaba de siempre este nombre, después de Adoro a Mauro de mi adorada Yolanda Quiralte, mucho más, pero ahora muchísimo más) Pues bien, Mauro Larrea parte de España para ganarse la vida en las Américas y después de quedarse viudo y luchar contra todo para salir adelante, recibe la herencia de un pobre diablo y acaba de vuelta en España llevando una bodega.

He de reconocer que me costó casi cien páginas engancharme totalmente a la historia pero a partir de ahí ya no pude soltarlo y me duró solo cuatro días.

Este libro ha supuesto mi vuelta al papel, hacía mucho que no leía en papel libros que no fueran para clase (por cierto, que leí dos de teatro este año que os comentaré otro día por si hay alguna profe leyendo ya que me han funcionado de maravilla entre mis alumnos)

Un personaje que me ha encantado es Mariana Larrea, hija del protagonista. Tiene una personalidad arrolladora, sabe lo que quiere y maneja a la perfección a su padre y a su suegra. Una mujer con carácter a la que se le nota la falta de madre pero que ella sola sabe hacer que su familia siga creciendo en materia monetaria y en prestigio cara a la sociedad.

El final es genial, cuando ya piensas que va a terminar de una determinada manera, Dueñas hace un cambio de orden y te descoloca por completo. Por lo menos así ha sido conmigo.

Supongo que como ya tiene su tiempecito lo habréis leído. Si no es así os lo recomiendo. Se parece más a la autora de El tiempo entre costuras que a la de Misión olvido aunque a mí me gustaron ambos.



¿Lo habéis leído? ¿Opináis como yo?


No sé estar así



Todo el mundo me dice que aproveche, pero yo no sé estar así. ¿Y cómo es así? Pues así es estar sin trabajar.

Este año, no sé muy bien por qué, las adjudicaciones están yendo muy lentas, y las pocas plazas que sacan son incompatibles con mi vida familiar. De modo que sigo en casa sin trabajar.

Me dicen que aproveche para estar con mi hija. ¡Cómo si no lo supiera! Pero es que llevo desde junio con ella, y mi horario de trabajo me permitiría pasar tiempo con ella igual, lo sé soy una privilegiada. Por eso quiero trabajar yaaaaaa.

Quien me conoce sabe que amo mi trabajo. La enseñanza es lo mío. Necesito estar delante de la pizarra, necesito relacionarme con colegas, necesito estar en contacto con adolescentes. ¡Lo echo tanto de menos!

A ver si en unas semanas cambia mi situación. Os mantendré informados/as.

viernes, 2 de octubre de 2015

Vuelvo + La lección de August



Retomo este blog abandonado desde hace mucho tiempo con una reseña. 

Son muchas las que he ido escribiendo en papel a lo largo de los meses en los que me he mantenido alejada de la blogosfera, y me he propuesto trasladarlas todas al blog.

Creo que no voy a seguir ningún criterio para ello, es decir, no voy a publicar primero las que más me han gustado o al revés, sino que lo iré haciendo por impulsos. 

Poco a poco me gustaría retomar el blog. Es una de las cosas que me hacen feliz, pero claro ahora tengo una personita que me demanda muchísima atención, y ella, lógicamente me hace muy feliz.

Son ya seis años los que llevo con La palabra pronunciada, no quiero dejar de pronunciar palabras.  

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No sé muy bien cómo llegó a mis manos este libro, supongo que tanto la sinopsis, como su llamativa portada (criticadme por ser filóloga y elegir libros por la portada, como si por ser filóloga no tuviera otro criterio para mis elecciones lectoras que el filológico ¡soy una persona!) hicieron que su lectura fuera irremediable.



Una historia ambientada en un centro educativo es siempre motivo de lectura para una docente como yo.

No voy a contar nada del argumento, la sinopsis la podéis encontrar fácilmente en Internet. Solamente voy a hablar de mis impresiones:


August es un personaje al que acabas queriendo; su historia te toca el corazón y terminas adorándole.

Otros personajes no menos importantes son la madre y la hermana de August, Via. Ambas llevan entre algodones a August si bien es cierto que la hermana se plantea sus celos y vergüenza por su hermano, todo ello contado con tal maestría que te llegas a sentir como la propia Olivia.

La manera de estar narrado es lo que, quizá, más me ha gustado pues cada personaje cuenta la historia desde su punto de vista. Y lo novedoso es que cada vez la narración va evolucionando, es decir no cuentan el mismo pasaje de lo que está ocurriendo si no que la historia va avanzando pero contada a través de la vida de cada personaje que pulula en torno a August.

Se trata de una historia tierna donde las haya. A veces lacrimógena, o será que una es de lágrima fácil (que lo soy, ¡y a mucha honra!) Con toques de humor negro por parte del propio chaval que hacen que se desdramatice la historia en sí.

El título del libro tiene justificación propia al final del mismo pues termina con una gran lección de vida para todo el público en general, y quizá si los adolescentes la leyeran, como así se lo he recomendado a mis chavales de Bachillerato, para ellos sería maravillosa (de hecho una alumna lo leyó y le gustó muchísimo, ¡ah! Y también lloró)

Original también su apéndice final donde se recogen las sentencias que cada mes un profesor les anotaba en la pizarra y en torno a la cual cada alumno debía reflexionar… Idea que me ha encantado y que tal vez adopte para cuando vuelva a ser tutora (siempre aprendo cosas nuevas leyendo)

Huelga decir que recomiendo este libro, pues de mi reseña subyace que me ha encantado. Seguro que muchos y muchas ya lo conocíais pues no es un libro actual, y si no es así, no lo dudéis. August no os dejará indiferentes. 

lunes, 20 de abril de 2015

Mi niño no me come

 

Sinopsis

¿Que pasa cuando el niño cierra la boca, gira la cabeza y se niega a comer ni una cucharadita mas? Huyendo de los topicos sobre el tema, el pediatra Carlos Gonzalez desdramatiza el problema y, proporcionandonos claras pautas de conducta, tranquiliza a aquellas madres que sufren porque creen que su hijo no come correctamente.


 Mi opinión


 Abordé la lectura de este libro tras el destete espontáneo de mi hija [no negaré que no me lo esperaba y que me afectó sobremanera]

De manera que pensé que Carlos González al que adoré con su libro Un regalo para toda la vida me ayudaría en el proceso de alimentación de Clara, a la que por cierto no hace falta que nadie la ayude, puesto que "Mi hija sí me come"

A los y las que no os queráis comprar o leer el libro, os lo resumo rápidamente: "no obliguéis a comer a vuestro hijo o hija"

Ya está, no hace falta leer más, porque todo se resume en esa máxima. 

Luego explica lo que todos solemos hacer, y me incluyo la primera, y que está mal -todo según el criterio de Carlos González- A saber: hacer el avión con la cuchara; distraerles con juguetes, con la Tv,  la tablet o con música;  intentar abrirles la boca; engañarles con premios; amenazarles con algo [no me miréis así, todos lo hemos hecho] Porque todo lo soluciona en que comerá si tiene hambre, así que no le obligues a comer.

Supongo que para una niña como la mía que si un rato no tiene hambre compensa en la siguiente comida, si puedo aplicar esa máxima, y de hecho ya lo hacía así. Pero para un niño que se niega a comer, está muy por debajo de su peso, y los padres desesperados porque no come nada, eso de "no le obligues a comer" no les habrá hecho gracia.

En verdad lo leí por si ponía algún truco para que tomase leche después de la lactancia materna, pero como este autor da por hecho que mamarán hasta los 4 años pues...

Ayudar, no me ha ayudado, pero bueno tampoco es que me haya sentido amenazada con sus comentarios como así ha sido con otro libro que empecé y abandoné, es este: La crianza feliz de Rosa Jové. Autora para la que aquellos padres que no dan teta hasta los 3-4 años, portean hasta que el niño tiene 6 o más años, practican colecho hasta el niño quiere... Somos padres desnaturalizados y no estamos criando a niños felices. 

Así, tal cual lo afirma. Pues así tal cual, cerré el libro para jamás volver a abrirlo, creo que seré mucho más feliz yo, y mi hija también.  

viernes, 10 de abril de 2015

Un hotel en ninguna parte




En cuanto me enteré de que mi queridísima y admiradísima Mónica Gutiérrez, más conocida en la blogosfera como Mónica Serendipia, había sacado nuevo libro corrí a Amazon para hacerme con él.

Creo que la máxima esa que dice algo así como "Cuánto más te gusta algo, menos sabes explicarlo", es la que debería aplicarme yo para hablaros de esta novela.

Lo leí el año en cuanto salió, pues como bien sabéis soy una fan acérrima de Mónica, su anterior novela, que podéis encontrar reseñada en este blog, me encantó. No sé cuánto puedo decir de lo mucho que me gustó, pues lo único, lo único que no me gustó, fue que era corta, muy corta, demasiado corta. 

Desde que lo leí tengo la espinita de no haberos hablado de él. Mónica no se merece mi silencio, ni esta maravillosa novela, tampoco.

Emma nos conquista desde el principio al emprender su nueva andadura profesional [me cautivó hasta el nombre de la protagonista] en este hotel situado en mitad de un lugar al que es difícil llegar y que yo añadiría donde es muy fácil quedarse.

A partir de ahí y con una historia tierna de familia poseedora del hotel, con escritor frustado viviendo en él, con sus trabajadores adorables, y sus relaciones de trabajo que más bien son de amista, la autora teje una historia deliciosa de la que no te quieres despegar en ningún momento.

Me gustaría que este hotel situado en El bosc de les fades existiese para visitarlo. Un hotel tan apetecible como este, regentado por los hermanos Samuel y Tristán -¡qué nombres tan bonitos has elegido Mónica!-, tan diferentes entre sí que hacen que Emma cuando llega para ser la nueva camarera de piso se vea atrapada por la personalidad de ambos.

Una gran historia de amor, como a mí me gusta, contada desde el respeto y la delicadeza que sólo Mónica sabe hacer.

Y a la que le voy a poner el mismo pero que en su anterior novela: ¡Queremos novelas más largas para disfrutarte más! Escribes con tanta maestría que otra vez se me ha hecho corta, ¡no sé cómo lo haces!

Disfruté muchísimo con la lectura de este libro, el cual os recomiendo ávidamente, aunque a las alturas que estamos espero que todos y cada uno de los que me estéis leyendo ya lo hayáis hecho. A mis alumnos se lo he recomendado. 

La tenéis disponible en Amazon a un precio irrisorio. (clic)

Enhorabuena Mónica, esta historia es tan adorable como lo eres tú. Sé que esta reseña llega tarde pero lo prometido es deuda. 

¿Y sabéis lo más importante? Que sé de buena mano que está escribiendo una tercera. 

lunes, 6 de abril de 2015

Retornando por estos lares


Supongo que ya no quedarán muchos al otro lado de la pantalla para leerme. Tantos meses alejada de esta mi casa, hacen que hasta yo misma me sienta rara enfrentándome a la entrada en blanco.

Cuando me decían que un hijo te cambia la vida, yo pensaba que exageraban. Todo lo contrario. Se quedaban cortos.

También es verdad que yo antepongo a Clara a todo, y cuando digo todo, es todo. Me niego a desprenderme de ella para hacer cosas como leer, estar por la blogosfera, estudiar, limpiar, preparar clases... (¿no os había dicho que todo es todo?

Sé que el minuto que pasa no vuelve, como la palabra pronunciada, y cuando decidimos tener un hijo, teníamos claro que lo íbamos a aprovechar al máximo. Y en ello estamos. 

Pues bien, mi vida sigue girando entorno a Clara, si bien es cierto que mi trabajo ocupa gran parte de mi tiempo. Tener tres bachilleratos quita mucho tiempo. ¡Quién lo probó lo sabe!

Las oposiciones a la vuelta de la esquina hacen que mi tiempo libre -que ya es bien poco- se haya convertido en monotema, opos, opos y opos. Así que en cuanto se me termine el contrato, me pongo en modo estudio y no paro.

Algo voy leyendo así que tengo algunas entradas programadas para esta semana y la que viene, a ver si puedo ir poniendo al menos una entrada a la semana y retomar de esta manera el blog. 

Me decían que aprovechase las largas noches de lactancia para leer, pero yo medio sopa no soy capaz de leer, las redes sociales han ocupado gran parte de mi tiempo ¡me he enganchado a twitter e instagram! Lo reconozco y no me da vergüenza decirlo.

Os echo mucho de menos, a ver si el día me da también para visitaros a vuestras casas.

Nos leemos.