La marca del meridiano

Ed. Planeta. 2012. 400 páginas

Sinopsis

Ambientada en la Cataluña actual, esta absorbente novela policíaca de Lorenzo Silva, maestro indiscutible del género, se adentra más allá de los hechos y presenta un sólido retrato del ser humano ante la duda moral, el combate interior y las decisiones equivocadas. La novela relata como en una sociedad envilecida por el dinero sucio y la explotación delas personas, todavía el amor puede ablandar a las fieras. Un guardia civil retirado aparece colgado de un puente, asesinado de manera humillante. A partir de ese momento, la investigación que ha de llevar a cabo su viejo amigo y discípulo, el brigada Bevilacqua, abrirá la caja de Pandora: corrupción policial, delincuentes sin escrúpulos y un hombre quijotesco que buscará en el deber y el amor imposible la redención de una vida fracturada

Opinión

Los que me seguís ya sabéis que soy una incondicional de Bevilacqua, he leído toda la saga de este Guardia Civil, solamente me quedaba este y por fin me he hecho con él.  

Después de haberme quedado atascada con el libro juvenil Que el amor nos salve la vida, con el que no he podido, sabía que tenía que coger un libro que no me defraudaría y así ha sido.

Me encanta cómo escribe Silva, es cierto, he leído toda la saga y éste es sin duda uno de los que más me ha sorprendido porque hace al personaje principal Bevilacqua un ser humano, y los que lo habéis leído sabéis a qué me refiero.

Une la investigación por la muerte de un ex-guardia civil con la corrupción interna, tan de moda -tristemente- en la actualidad. Va mezclando ambas tramas de una manera sublime.

Me ha gustado mucho la colaboración de la Guardia Civil con la Policía Nacional e incluso la local, para conseguir resolver este caso, por supuesto de manera satisfactoria.

Me da en la nariz que no será la última entrega de mis queridos Bevilacqua y Chamorro y sinceramente espero que así sea porque disfruto cada día más con ellos.


Los que aún no os habéis animado con la saga no sé a qué esperáis, en cuanto leáis uno estaréis perdidos, os lo prometo.