lunes, 6 de mayo de 2013

Microrrelato VII




EL ACICALAMIENTO



El gato empezó a lamerse para dejar su piel reluciente ante la atenta mirada de su amo. Él no estaba fijándose en su gato sino que no podía apartar su mirada de allí, ni física ni psicológicamente podía apartar la mirada. El gato no dejaba de limpiarse cada una de las partes de su brillante pelaje color negro azabache. El acicalamiento duró horas, para cuando terminó, su amo había cerrado los ojos para siempre. 


3 comentarios:

SI TE APETECE PRONUNCIAR PALABRAS, TE LO AGRADEZCO (AGRADECEMOS)