jueves, 28 de agosto de 2014

Lo que encontré bajo el sofá



Empecé a leer este libro no sé muy bien por qué, ya que el anterior del autor (que podéis encontrar reseñado en la pestaña de libros o de autor) no me había gustado mucho. Creo que O meu cartafol y Cristina Roes comentaron en facebook o en twitter que les había gustado y eso me animó, soy mucho de dejarme llevar por las recomendaciones de mis bloggers de cabecera y ellas dos lo son.

La historia me ha encantado y me ha animado más si cabe a visitar Toledo, ¡es una visita que tengo pendiente!

La protagonista, profesora como yo, interina como yo, debe dejar su casa y a su marido para trasladarse a Toledo para impartir clases, ¡cómo me suena esta historia! Aunque ella va con su hija (cosa que igual me toca hacer a mí dentro de poco ¬¬) Allí se da cuenta de que su historia de amor con su marido no está tan bien como ella creía y empieza una amistad especial con un policía que le enseña la ciudad y otras cosas, ejem ejem. -esto ya no me suena tanto, jijijiji-

Eloy utiliza estos personajes y muchísimos más para tratar todos los temas de actualidad que os podáis imaginar: corrupción, acoso escolar, matrimonios que aguantan por apariencia, parejas que se rompen, parejas que empiezan, rutas turísticas, amor de madre a su hija, amor de marido a su esposa, agobio de una profesora en clase, tantas y tantas cosas que hacen que se lea en un suspiro.

Al principio me lié un poco porque no sabía quién hablaba y de qué pero en cuanto avancé un poco me di cuenta quién era quién en la historia y todo me cuadró. 

He llegado a sufrir con algunos pasajes del libro, sobre todo los relacionados con el bullying, por desgracia tan de actualidad en mi mundo laboral

Me ha gustado especialmente cuando nos va diciendo lo que ocurre en cada casa como si lo viésemos a través de su ventana, da vida a tantos personajes que me ha recordado a Cela en su famosa La colmena. 


Os la recomiendo porque no deja indiferente a nadie.


martes, 26 de agosto de 2014

No pasa nada y si pasa, se le saluda



Conozco a Raquel Martos (bueno conocer, conocer, lo que se dice conocer no la conozco) desde que la escuchaba en la radio junto a Pablo Motos en No somos nadie de M80, y siempre me ha caído bien. 

Recuerdo muchos momentos de la radio: las conversaciones de chicas junto a Laura (no recuerdo su apellido), los rap de actualidad (todavía tengo guardado uno El rap del profesor, me partooo), y un momento superdivertido cuando contó una vez que para elegir su sofá nuevo se llevó unos pocos pelos de su gato para ver donde se disimulaban más ¡qué razón tienes! (somos gatunas ambas)

Su anterior libro Los besos no se gastan aún no lo he leído así que he empezado por este segundo, y he de decir que me ha encantado.



Se ve desde el principio que tiene mucho de autobiográfico, no sé hasta qué punto. Me ha atrapado el personaje de Carla pues me ha parecido muy cercano y natural.

La manera de estar escrito hace que lo leas muy rápido y que desees saber qué le va a pasar a Carla al final de su convalecencia.

El personaje que más me ha gustado ha sido Marián, su mejor amiga, y me he reído mucho con su madre. Tiene tintes tristes, como la historia de su hermano pero en general me ha parecido una novela muy simpática con una gran enseñanza que resume su propio título.

Os la recomiendo.


martes, 19 de agosto de 2014

La pintora de estrellas

 



Tengo este libro esperando en el Kindle desde hace muchísimo tiempo y ya por fin le ha llegado su hora.

Me avisó Tatty de que me iba a gustar mucho y así ha sido.

No tengo tiempo de hacer una reseña de las que hacía antes, me vais a perdonar pero solamente hablaré de sensaciones.

Los que me seguís sabéis que el período de la Guerra Civil me fascina así como la historia de los nazis, y en esta historia aparecen ambas. La primera más veladamente y la segunda como trasfondo de la historia de Elisa y Diego.

Se van mezclando el hoy con el ayer a través de las voces de diferentes personajes: Violeta, Elisa, Diego, Clara... Cosa que hace que la dinámica de la novela sea muy rápida.

Me ha emocionado en muchos momentos el libro, sobre todo con la historia de Clara, ¡qué fuerte!

Y si ya no me gustaba el nombre de Álvaro, y no sé muy bien por qué, ahora ya sí se por qué, jijijiji!

La tensión se va manteniendo hasta el final, y nunca mejor dicho pues se resuelve todo en la carta final, aunque se deja entrever un poco la historia que me ha encantado.

En honor a la verdad diré que se me hizo un poco pesada la historia, sobre todo cuando cuenta cosas de boca de Martín... pero también es verdad que leía por las noches cuando mi hija ya estaba durmiendo y yo medio sopa así que igual ha sido por eso.

Enhorabuena Amelia por esta historia, a ver si me hago con tu nueva novela y la leo también.

No hace falta que os la recomiende porque creo que soy de las pocas bloggers que no la había leído ;P