lunes, 10 de octubre de 2016

Cinco esquinas. Mario Vargas Llosa


Que el año pasado estuve muy a gusto en el instituto no es ninguna novedad, ya os lo he contado, pero lo que olvidé deciros es que trabajé con gente maravillosa de la que aprendí muchísimo, que me hizo crecer como profesora, y lo más importante, como persona.
De ellos me he llevado muchas cosas, por encima de todo su recuerdo y su cariño.



El caso es que a principios de julio tuvimos una comida final de curso -lo típico-, y allí recibí estos regalos tan bonitos





un detalle de la libreta, ¡es preciosa!





He de confesar que Mario Vargas Llosa no está entre mis autores de cabecera, es más, desde la carrera no había leído nada suyo.






Así que este verano le he puesto remedio leyendo su última novela.

Esta es su sinopsis: (extraída de la editorial)
 
«Él había pensado que, después de todo, un periodista puede ser a veces útil. "Y también peligroso", concluyó. Tuvo el presentimiento de que nada bueno saldría de esta visita.»

«La idea de esta novela comenzó con una imagen de dos señoras amigas que de pronto una noche, de una manera impensada para ambas, viven una situación erótica. Luego se fue convirtiendo en una historia policial, casi un thriller, y el thriller se fue transformando en una especie de mural de la sociedad peruana en los últimos meses o semanas de la dictadura de Fujimori y Montesinos. Me gustó la idea de que la historia se llamase Cinco esquinas como un barrio que, de alguna manera, es emblemático de Lima, de Perú y también de la época en la que está situada la historia.

»Si hay un tema que permea, que impregna toda la historia, es el periodismo, el periodismo amarillo. La dictadura de Fujimori utilizó el periodismo amarillo, el periodismo de escándalo, como un arma política para desprestigiar y aniquilar moralmente a todos sus adversarios. Al mismo tiempo, también está la otra cara, cómo el periodismo, que puede ser algo vil y sucio, puede convertirse de pronto en un instrumento de liberación, de defensa moral y cívica de una sociedad. Esas dos caras del periodismo son uno de los temas centrales de Cinco Esquinas



Y esta es mi opinión: Me ha llamado la atención, sobre todo, el léxico pues está escrito en dialecto peruano con tantos regionalismos que hacen necesaria la búsqueda contínua de palabras en el diccionario (bendita App del DRAE, ya no sé qué haría sin ella
Esto me parece que para llegar a un lector medio no es muy recomendable pues si no eres amigo de buscar palabras en el diccionario, te quedas sin la mitad de la historia. 
Para mí no nada es agradable tener que buscar el significado de palabras en cada página del libro ¡es un incordio! Pero, por ejemplo, no sabía que calato significaba desnudo y sin saberlo no te enteras de la historia.


La trama me ha gustado, la angustia del protagonista te atrapa y la consecución de la novela a través de la versión de varios de sus personajes hacen que su lectura sea ágil. Los personajes que más me han gustado han sido la Retaquita y Marisa por su fuerza personal y por cómo los ha retratado el autor. 

Me ha llamado la atención lo erótico del libro, no sé si es marca del autor en sus últimas novelas o una novedad en él, quizá vosotros que me leéis lo sabéis, pero las escenitas subidas de tono abundan en la novela... Es una cosa que no me esperaba, la verdad -a lo mejor se ha subido al carro editorial de la novela erótica para vender más ;)-

Está muy bien representada la sociedad peruana de 1990. Nos muestra su miedo ante la situación política, el toque de queda, el gobierno corrompido de Fujimori, la prensa controlada por el gobierno, la diferencia de clases sociales... Es lo mejor del libro.

Y ahora os preguntaréis si os lo recomiendo o no. Pues yo también me lo estoy preguntando tras leer mi propia reseña, y no sé qué deciros, porque si bien es cierto que me ha gustado leerlo, las inconveniencias del lenguaje hacen que no sea un libro fácil de leer. Os lo dejo a vuestra libre elección.





¿Alguien que lo haya leído coincide conmigo?



3 comentarios:

  1. Antes leía mucho a este autor,de hecho "La fiesta del chivo" es uno de mis libros preferidos y siempre lo recomiendo,pero desde el descalabro que sufrí con "El sueño del celta" no he vuelto a acercarme a él.Lo de los localismos lo llevo fatal,el único libro que abandoné el año pasado fue por ese motivo y eso que lis entendía,si encima mecuentas que estos hay que andar buscándolos.....
    Un besazo guapa

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  2. Ahora mismo no me apetece estar tanto con el diccionario así que voy a dejarlo pasar.
    Besotes!!!

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  3. Tras la mala experiencia que tuve con La ciudad y los perros, dudo seriamente de que vuelva a acercarme a un libro de este buen hombre, la verdad.

    Un besito.

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